El río Nahr al-Kalb (llamado Lykos en la Antigüedad) nace cerca de la localidad de Jeita y recorre apenas 31 kilómetros hasta desembocar en el Mediterráneo a unos 30 kilómetros al norte de Beirut, la capital del Líbano. No es un río particularmente largo, y además en verano suele estar prácticamente seco. Pero el valle que forma y su desembocadura tienen un especial interés para la arqueología y la historia.
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