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Un error de cálculo pudo haber provocado una de las mayores catástrofes de EE UU. Así fue el plan secreto para evitarlo, en plena temporada de huracanes.
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etiquetas: rascacielos , nueva york , citigroup 60 26 24 K 55
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Madre mía cómo está el periodismo de desesperado...
un articulo con 13 meneos y dos comentarios.
Meneame va deluxe.
Una heroína
Cuando no sabes por dónde te da el viento
Cóctel mortal[...]
Lo que Ella no se llevó
Todos esos "físicos" e "ingenieros de estructuras" que no sabían ni qué forma tiene una viga.
Su función principal es señalar el final de un enunciado (que no sea ni interrogativo, ni exclamativo), de un párrafo o de un texto.
P.D.: No soy lingüista.
En cualquier caso fue cagada tras cagada, primero del ingeniero y después del constructor. Luego ni tan mal, lo ocultaron y taparon pero al menos lo arreglaron a escondidas de la opinión pública y avisaron a las autoridades preparando un plan de emergencia por si ocurría lo peor durante las obras de refuerzo.
No puedo evitar pensar que habría pasado si ocurriese algo así en nuestro país:
- La estudiante, aparte de la bronca inicial en la llamada con un "no sabe usted con quién está hablando", recibiría una carta de un despacho de abogados con amenaza de denuncia por calumnias si se le ocurría publicar tal idea en la tesis que estaba haciendo. El afamado ingeniero o alguien de su despacho llamaría a algún colega de la universidad y está mujer nunca acabaría la carrera.
- El edificio por supuesto acabaría derrumbándose. Todo el mundo negaría tener conocimiento de nada. El ingeniero culparía al constructor por las calidades y el constructor al ingeniero por el diseño. Se eternizaría una batalla judicial entre juicios y recursos de cada uno de ellos.
-Las autoridades por supuesto negando cualquier responsabilidad, porque "las normas de seguridad se cumplieron" y además es un caso que "está en los juzgados y mientras tanto no pueden pronunciarse al respecto".
-Pese a todas la negligencias y posibles muertes evitables por la mala organización del rescate y la descordinación en la evacuación y atención de los heridos, la noticia sería tratada como un "ejemplo de actuación ante una tragedia totalmente imprevisible".
-La estudiante recibiría ya no solo una carta, sino una entrevista privada con unos abogados advirtiéndole de los múltiples juicios e indemnizaciones que le pedirían durante eternos procesos y ahogándole por completo la vida si se le ocurría decir está boquita es mía.
-Los políticos según estuvieran gobernando o en la oposición harían respectivamente declaraciones de "se está tratando el proceso con la mayor diligencia" o de "verguenza ante el retraso en la depuración de responsabilidades"; añadiendo continuas acusaciones entrecruzadas de irregularidades y comisiones entre ellos.
En cada campaña electoral todos prometerían una solución contundente.
- Cientos de muertos y heridos permanecerían sin indemnización durante más de una década. Y cuando se les reconociera (y eso suponiendo que se les reconociera) tendrían que enfrentarse a las pegas y dilaciones burocráticas de las compañías aseguradoras. Muchos no cobrarían nada.
-Nunca quedaría un culpable ni responsable claro. Manifestaciones de víctimas pidiendo justicia saldrían en el telediario, pero cada vez con menos frecuencia.
-No se crearía ningún nuevo plan de emergencia para una situación similar, ni se aumentaría ni cambiaría la regulación de seguridad en las edificaciones; pues "con las medidas actuales (las mismas, por cierto), es imposible que una situación así se vuelva a repetir".
-Las teoría de que una estudiante pudo haber avisado del peligro entraría en el imaginario de conspiranoias, con múltiples afirmaciones de magufada ante algo que nadie podía preveer. Y mucho menos una estudiante que ni acabo la carrera.
No hay que ser ingeniero para ver qué [la estructura] era un peligro, no debe llevar tilde.
No hay que ser ingeniero para ver qué era el peligro, donde "si debe llevar tilde.