Aunque la leche es un producto exclusivo de los mamíferos, algunas aves como palomas, pingüinos y flamencos segregan una sustancia muy parecida. Al igual que los mamíferos, esta producción está controlada por la hormona prolactina y la leche sirve para alimentar a sus crías produciéndola tanto hembras como machos. Contiene un 60% de proteínas, un 32-36% de grasas y un 1-3% de carbohidratos, además de minerales, oligoelementos y anticuerpos. Los pollitos alimentados con esta leche crecen significativamente más que los que no la reciben.
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