El dr. Karl Kruszelnicki explica que todo empezó con la pregunta de una enfermera que quería saber si contaminaba los materiales estériles del quirófano con sus flatulencias. ¿Arrastran los pedos bacterias o son simplemente gases malolientes? Contactó con Luke Tennent, un microbiólogo de Canberra, para diseñar un experimento. Le pidió a un compañero que ventoseara sobre dos placas de Petri a una distancia de 5 centímetros: en la primera placa, vestido y en la segunda, desnudo. En la segunda placa creció flora cutánea, en la primera nada.
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