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El contrabando de libros como única forma de salvar a una cultura
En 1899 un par de contrabandistas cruzaban la frontera entre Lituania y Prusia Oriental. Atravesar el río Šešupe desde la parte prusiana y caminaron durante dieciséis kilómetros hasta llegar a un pueblo lituano llamado Pilviškiai. Allí descubrieron que las autoridades rusas los estaban buscando, así que decidieron volver a Prusia, donde se esconderían durante varias semanas, antes de decidir abandonar la región por completo. Un año después, estarían en un barco rumbo a Escocia. En 2004, un lituano llamado Jonas Stepšis contó esta historia. Los
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