Hay cientos de geles, pomadas y cremas de venta libre para tratar el acné. Desde los que contienen sustancias químicas hasta los que tienen ingredientes naturales, con una gran variedad de opciones para (supuestamente) solucionar el problema. Pero antes de usarlos, precisamos analizar un grave error. Cuando usamos un producto para reducir la grasa de la cara, nuestro cuerpo suele reaccionar produciendo más grasa. Así, por lo general esto contribuye a la obstrucción de los poros, un factor de riesgo importante para el desarrollo del acné.
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