Cultura y divulgación
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Deliranta Rococó, lucha de clases para niños en 1976

Deliranta Rococó, lucha de clases para niños en 1976

Sus señores diminutos con barbas largas y sus mujeres orondas que les cuadruplicaban el tamaño fueron la firma distintiva de los personajes más famosos de Martz Schmidt, uno de esos obreros de Bruguera a los que el paso del tiempo ha ido relegando a un injusto olvido. En las obras del cartagenero se pueden encontrar un humor que sería irreproducible en la actualidad, pero también, como en el caso de Deliranta Rococó, planteó a los niños la lucha de clases tras la muerte de Franco.

| etiquetas: deliranta rococo , lucha de clases
91 89 5 K 241
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  1. Creo que era más ilustrativo Carpanta.
  2. No me acordaba de este personaje. Sólo por el nombre ya merece un homenaje al gran Schmidt
  3. Sólo por esto positivo  media
  4. algo en mi cabeza ha hecho click, yo también había olvidado estas historias...
  5. -¡Buenos días, señora Gallina!
    -¿Cómo que gallina?
    -¿No ser la señora Corococó?
    -¡ROCOCÓ!

    Le sucedió en una ocasión en la que, queriendo buscar un destino de asueto original, se marchó a hacer un safari. Deliranta era un personaje que a veces era vil y ruín, y en otras astuto y liberador. Podía estar coladísima por su duque Oswaldo, pero como tuviese la menor sospecha de su fidelidad, lo mandaba a la luna de una patada. Generalmente ridiculizando a las señoronas de tronío y apariencias, Deli por igual se llevaba las tortas que las pegaba, siempre de acuerdo a las situaciones y nunca obedeciendo a ideas fijas ni a guiones manidos. Las historietas podían acabar bien o mal, pero siempre causaban la carcajada. Y memorables eran las frases de cabecera de página, donde generalmente aparecía una caricatura del propio Schmidt o de alguno de sus personajes haciendo un chiste o algún comentario cínico, "cuando le da por ahorrar, Deli, en vez de colorante parisino se pinta con chorizo de Cantimpalo".

    Y en efecto, el poco nombrado Camelio Majareto era un gran personaje. Con esa cara de Groucho Marx que se gastaba, era no sólo un médico eficiente, sino también a veces, un buen detective. El surrealismo era más frecuente en él que en las historietas de Deli, al punto de atender a pacientes que se tomaban por mosquitos (y volaban y todo, y picaban...) , o ser visitado por un gnomo con fobia a las musarañas.
  6. Hoy en día los ricos ya no son gordos porque pueden pagarse operaciones periódicas de liposucción y entrenadores personales.
  7. #5 Es sátira.
  8. La de personajes buenos que tenía Schmidt y en Bruguera siempre se la ha considera una segunda y hasta tercera cosa.

    Siempre he considerado que sus historietas tenían más frescura que Mortadelo y Filemón

    Cosa de poses y apariencias, supongo
  9. Otra prueba entre tantas y tantas de que vamos pa' tras, sobre todo en el pensamiento humanitario.
  10. #5 no todo gira en torno a ti
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menéame