Los ciudadanos atenienses eran muy conscientes de la necesidad de controlar a los poderosos, especialmente si ejercían cargos o podían ser influyentes en la Asamblea. Concretamente, la mentira, si traía consecuencias negativas para la ciudad, era severamente castigada; los delitos diplomáticos, militares y económicos, también. La persecución judicial de estos delitos conllevaba penas graves. Además, no había las garantías judiciales modernas y los riesgos de error e injusticia eran grandes cuando los sentimientos eran explotados ilegítimamente.
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Es estoicismo puro, que es lo que propones. Básicamente te recomienda que mueras por dentro para vivir con más tranquilidad, concretamente la tranquilidad que tendría un fiambre.
¡Y eso que es de los antiguos! Luego te dicen lo mismo, pero inventando palabras…
El estoicismo puro no existe. El estoicismo no propone nada de lo que dices. El estoicismo propone tener un autocontrol de la propia mente para afrontar de mejor manera las vicisitudes de la vida cotidiana.