La homosexualidad es una "mayoría silenciosa" en la Iglesia católica, dijo el periodista y sociólogo francés Frederic Martel presentando "Sodoma: poder y escándalo en el Vaticano", un libro producto de una investigación de más de cuatro años. Recuerda que "el texto es resultado de una investigación para la que viajé por varios países, más de 30, y para la que entrevisté a cardenales, obispos, sacerdotes, seminaristas y que recorre cinco pontificados".
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- ¿Cómo que "Hola"? ¿No ves que soy Obispo? ¡Llamame Monseñor!
- ¿Y tu no has visto que soy el Papa? ¡Llamame Su Santidad!
- Bueno, para abreviar te llamaré Susan.
- ¡Y yo a ti Montse!
Que cada uno crea en lo que quiera y lleve esta existencia como pueda.
Eso sí, su “tío” siempre se ocupó de él y de mi abuela. A nosotros en el pueblo siempre nos han referido como la “familia del cura”.
Si, se explica claramente
La mayoría son suposiciones, y sus famosas entrevistas no pasan en cedazo que todo documento serio debe indicar. Cuándo fueron hechas (día y hora)? Dónde fueron hechas (lugar)? Quienes concurrieron? etc., etc. Sólo comentarios varios del tipo “Esto me lo dijeron en una reunión que tuve en un restaurante, o en la casa de XXX con el que me reuní varias veces”, etc., etc. Incluso el autor promete que toda la información en detalle puede bajarse de un sitio WEB sodoma.fr en un acrchivo de 700mb, archivo que no existe hasta el día de hoy.
En resumen, una faramalla pubilcitaria lanzada justo en la fecha del último encuentro de Obispos en el Vaticano que prometía mucho pero que resultó ser un volador de luces en cuanto a su título, pero que comenta algunas luchas de poder interesantes del Vaticano que ya sabíamos.
Daría perfectamente para un libro de un cuarto de las páginas que tiene.
PD: no es mia está conclusión
Por otro lado (y es curiosidad) no leo en ningún sitio como este "investigador" comprueba que alguien sea homosexual. Hizo una encuesta con formulario? O qué comprobaciones hizo?
Pero es que con toda la movida, la gente anda contenta que arda la iglesia y no se fijan en consecuencias como esas.
Si bien en España no son buenas, en otros países (donde él autor hace esas denuncias) puede ser muchísimo peor
por la hipocresía de hombres que hablan mentiras, marcados en su conciencia como si fuera con hierro de marcar; QUE PROHIBIRÁN CASARSE, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó.
Todo cuadra.