La irrefrenable expansión de tecnologías cada vez más “inteligentes” hace prever que en este mismo siglo las máquinas podrían tener sentimientos, apreciación estética y hasta moral, en el marco de un proceso ya emprendido, aunque todavía incipiente, hacia la generalización de una inteligencia artificial. Según el experto en computación cuántica y biomimética cuántica además de profesor Ikerbasque Enrique Solano, “tarde o temprano se podrán construir máquinas que pensarán, crearán, tendrán conciencia de sí mismas y aprenderán a mejorarse con...
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Si no hemos conseguido que los seres humanos tengan una moral sana,vamos a enseñarle a las maquinas a tenerla... ahahahaha y tal.
Porque las reglas éticas y morales ya no es que cambien de un país a otro, sino que cambian de una persona a otra.
Si pensamos a lo grande, no es lo mismo la base moral judeocristiana que la budista.
Si pensamos a lo pequeño, no es lo mismo la base moral de un panadero que la de un rico heredero.
Dicho todo esto, y ya dejando claro que no se le puede dar a una máquina una base moral "correcta" (porque no existe), podríamos entrar en el eterno debate de que el mundo se mueve gracias a que la gente que está arriba, se pasa por el forro de los cojones cualquier regla ética.
Se podría hablar mucho sobre este tema, pero al final nadie se pondrá de acuerdo, tras esto, algún mongolo programará en su sótano algo que no tiene que programar, y nos iremos todos a tomar por el culo.
La suerte es que los de esta generación posiblemente ya habremos palmado.