La policía de Nueva Zelanda ha detenido a Michael Harris, un propietario de hotel de 56 años, acusado de drogar a turistas a los que filmaba mientras abusaba de ellos, informa el portal 'Daily News'.
Según Rhys Johnson, detective sargento mayor, es muy poco probable que estas víctimas supieran que les había pasado algo, aunque, opina, "pueden tener sospechas".