Un estudio de la evidencia científica disponible sobre la inteligencia de las mascotas favoritas del ser humano -perros y gatos- encontró que los primeros ganan, aunque sólo por un punto.
Una investigación concluye que distinguen las palabras del vocabulario y la entonación de la voz humana.
Y un equipo dirigido por Attila Andics, de la Eötvös Loránd University, concluye que el aprendizaje del vocabulario "no parece ser una capacidad exclusivamente humana que sigue a la aparición del lenguaje, sino que se trata de una función anterior que puede ser explotada para vincular secuencias de sonidos arbitrarias a significados", según un estudio publicado en Science Reports.
El gato permite un perro en casa para que el humano tenga la sensación de que controla la situación y que alguien le obedece, le respeta y le da cariño.
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Y un equipo dirigido por Attila Andics, de la Eötvös Loránd University, concluye que el aprendizaje del vocabulario "no parece ser una capacidad exclusivamente humana que sigue a la aparición del lenguaje, sino que se trata de una función anterior que puede ser explotada para vincular secuencias de sonidos arbitrarias a significados", según un estudio publicado en Science Reports.
Pero el gato es más listo, porque así se libra de hacerlas.