La portada era el espejo del alma de los tebeos, no había que girar la página para descubrir su contenido, la portada era la cara maquillada en color con el mejor contenido que se podía ofrecer. Portadas en las que predominaba la imagen, generalmente con material norteamericano, o portadas con abundantes textos al pie de las imágenes, con material principalmente británico. Dos modelos entre los que se debatía la historieta española.
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De juzgado de guardia lo que perpetró la revista Jeromín con la página de El Gato Félix. Con el agravante que les debió costar dinero pagar a alguien para desgraciar así la página.
10 céntimos de peseta, unos 0,006€ y para los gitanos gratis.
Por cierto diez céntimos de peseta en 1936 podía ser una cantidad respetable. Muchos niños no podían permitirse comprar estos tebeos. Había quioscos que los alquilaban en plan videoclub.
En no recuerdo que obra de la época se dice algo así como "Tóquele usted los pies (sic) a Miguelico, que está en Madrid ganando un duro diario"
Y en la verbena de la paloma uno de los protagonistas presume de sueldo diciendo que gana cuatro pesetas como cajista de imprenta. La inflación.
De los que hay en portada me ha llamado la atención el Sunga ese. Me encantan los cómics de espada y brujería con ese estilo realista, dentro de lo que cabe en el género claro. La revista jaja esa parece bastante impactante para los tiempos que corren.