La literatura clásica provoca una extraña enfermedad en nuestra sociedad. Por lo general cuando se pregunta a alguien por la lectura de un libro calificado como clásico la respuesta suele ser “estoy releyéndolo” o “lo leí hace tiempo”, como dando por supuesto que es un insulto no haberlo hecho ya. El barómetro del CIS de junio 2015 revelaba que el 40,9% de los españoles no ha leído nunca El Quijote, obra cumbre de la literatura en castellano. Por ello hay que reivindicar la importancia que los clásicos ocupan en la literatura universal.
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Pero en 2015, como lectura placentera, cuesta horrores de leer.
Si te depilas el pecho, las piernas y los brazos, y si tu minga rapada está rodeada de unos cortos pelos, esto lo haces, Labieno, —¿quién no lo sabe?— en atención a tu amiga. Si te depilas el culo, Labieno, para quién lo haces?
Está claro
Si a tu esclavo le duele el nabo y a ti, Névolo, el culo, no soy adivino, pero sé lo que haces.
Es decir, que casi el 60% de los Españoles ha leído el Quijote. No me creo yo eso ni de coña.
Me considero buen lector, me gustan los clásicos y he de reconocer que El Quijote se hace pesado, muy pesado. El haber hecho un comentario de texto del pasaje de la lucha contra los molinos no te convierte en "lector del Quijote". Yo reconozco no haberlo leido entero pero es no me creo que lo haya leído ni el 10% de la población española, siendo muy muy muy generoso.
He de decir que en su día empecé a leer "El Buscón" y más o menos lo iba llevando pero precisamente al llegar a la parte más conocida, la que conoces a fondo de los estudios, me di cuenta de que solo en ese trocito había más detalles que lo que había leído hasta el momento y que realmente me estaba perdiendo mucho del libro. En ese momento decidií dejar de leerlo hasta encontrar una versión comentada que me pusiese en situacion. Y la misma intención tengo con El Quijote.
Sobre mis gustos literarios, diría que me va de todo; este mes leí "El Marciano" y ahora estoy a punto de acabar "El guardián entre el centeno", (jo , ambos libros se leen en una patada)