Ivan y Alexandre Guardia y Ramón de la Iglesia, tres jóvenes ingenieros informáticos imputados por la presunta trama para vaciar las arcas de la empresa pública Bitel del Govern, volvieron ayer a responsabilizar a su antiguo profesor y superior en algunos casos, Damià Vidal, el gerente de dicha sociedad en la pasada legislatura de las irregularidades en numerosas contrataciones. Los encausados, no obstante, sostuvieron que sí realizaron los trabajos e informes por los que Bitel les pagó, entre 2003 y 2007, decenas de miles de euros.