«Ahora que otras `violencias' se han desactivado, un gesto con los presos enfermos y mayores sería un buen test de humanidad». La reflexión es de familiares de presos vascos mayores de 65 años. Con la vista puesta en la movilización del día 12 en Bilbo, «ir a la manifestación es lo que podéis hacer por ellos». Familiares de Patxo Murga, Pablo Gorostiaga y Txente Askasibar, enviados a prisión por el proceso 18/98, comparten la reflexión de que los efectos de la estancia en prisión pasan factura siempre, pero más en edades avanzadas.