Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la patronal española y fundador del Grupo Marsans, quiere estar acicalado y presentable durante su estancia en la prisión madrileña de Soto del Real. Díaz Ferrán, un hombre de gustos caros, ha solicitado una maquinilla eléctrica de afeitar valorada en 183 euros, y ha tenido que ser encargado fuera de la cárcel. El que fuera presidente de la CEOE está escribiendo con su compañero de celda. Su socio, Ángel del Cabo, sigue ingresado en la enfermería de la prisión.
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