Arrodillado sobre una cama de cartón en una escuela convertida en refugio, uno de los supervivientes de la catástrofe de Japón lucha contra los dolores y la enfermedad. "Tengo muchos dolores de estómago, pero me dicen que no hay medicinas para tratarme", explica este anciano de 69 años. Como él, miles de japoneses luchan ahora contra dos nuevas lacras: el hambre y la falta de medicamentos. Son los supervivientes del terremoto y el tsunami, que luchan ahora contra el frío, la escasez de alimentos y las condiciones de insalubridad en las que se e