Metafóricamente, la persona que hace cola ante el presbítero está esperando para degustar un pedazo del cuerpo de Jesús y un sorbo de su mesiánica sangre, ambos consagrados. Pero nosotros somos muy de llevar las cosas a sus últimas consecuencias y por eso nos hacemos una pregunta más extrema: ¿cuántas hostias te tienes que comer – y cuánto vino tienes que beber – para haber engullido la totalidad del Cordero de Dios? Las matemáticas, y un poquito de investigación, se bastan para contestar a esta pregunta.
|
etiquetas: hostias , jesucristo , cristo , vino , estudio , ciencia
Esta mas bonico comerte un dios que comerte un tipo, manda huevos que falta respeto a lo sagrado
Pero me referia al cuerpo entero... menudo odre, que como bota vino es un poco gordo pa llevarla al monte
Al tomar la comunion deberian advertir "si te depuras, no conduzcas". Sería interesante saber la cantidad necesaria para quedar completamente depurado, que siempre quedan esa manchitas que no salen...