No es la primera vez que hablamos (ni hablaremos, por desgracia) de homofobia en el mundo del fútbol, y en particular de la mala costumbre que tienen en México de usar su grito de guerra "¡Eeeeh … puto!" como insulto al portero del equipo contrario. Con un tono y gestos serios nos dicen: "Hagamos un compromiso: detengamos juntos el grito hacia el portero rival. Esto ya no es un juego, y queremos contar contigo".
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