Lo asombroso es que el gato Kierkegaatt ha comenzado a comportarse según los preceptos de los filósofos que admira. Siguiendo el ideal de la ataraxia, el gato ha dejado de arañar alfombras, cortinas y sofás; emancipándose del condicionamiento de su instinto, renunció a meterse en cajas y a perseguir a cualquier ser vivo capaz de matar; comenzó a estar sobre los muebles en pose hierática sin arrojar cada objeto al piso de abajo; finalmente logró permanecer en paz en meditación frente a una puerta cerrada sin querer abrirla a toda costa.
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El otro día pille a una de ellas abriéndola y cerrándola por el placer de verla moverse, puerta para la derecha, puerta para la izquierda. Estuvo así unos 5 minutos.
Pongo lo de jugar entre comillas porque hay veces que llevan sus juguecitos a un nivel que más bien parece que se quieren hacer daño.
Como les cortamos las uñas, nunca hay secuelas, aunque ya han aparecido alguna vez con pequeñas marcas de arañazos en la nariz.
La gatera tiene dos candados a ambos lados de la puerta que bloquean la entrada/salida de los gatos o extraños en base a su microchip.
Pues como no puede empujar la puertecita hacia fuera para salir porque el candado de salida no le deja, encuentra un borde entre la puertecita y el marco con la uña/boca, tira de la puertecita hacia dentro y con la pata pisa el candado que bloquea la entrada desde fuera. Abre la gatera hacia dentro y se pira.
Al principio pensaba que logró abrirla por pura suerte, pero ahora la veo perfeccionarlo hasta el punto que abre la gatera en menos de 10 segundos la hija de...
Al principio nos asustábamos porque pensábamos que le hacía daño, pero entonces vimos que cuando el otro se va a ir la zorra sigue dándole toques con la pata para seguir provocándolo
Ahora animamos al grande para que le pegue más{troll}
Si hasta posa con cara de maldad.