14 meneos
178 clics
Honor, refritos y marchas militares: el futuro de La vida moderna, en el aire
Broncano, Ignatius y Quequé mantienen la intención de presentar su dimisión a la SER, pero para saber si cumplen con su palabra habrá que esperar al programa que se emite esta noche. "Digo adiós, adiós, adiós. Cojo mi maleta y pido un taxi para la estación". Así empezaba el penúltimo episodio de 'La vida moderna', en palabras de sus propios presentadores, que han dejado en el aire el futuro del programa después de que el Estudio General de Medios reflejara una caída de oyentes hasta situar el dato por debajo de la barrera de 69.000 oyentes.
|
comentarios cerrados
Esto estaría firmado desde hace muchos meses, dándole una imagen de acto espontaneo.
Todo esto lo digo con la sabiduría y el conocimiento que me da el estar apoyado en la barra de bar de barrio.
Ahora bien, como sea una trolleada, habremos echo el cuñado muy bien
Antes tenían principalmente la vida moderna y los bolos de los fines de semana, pero ahora añádeles a su dinámica la Resistencia y Loco Mundo. Tienen que ir de culo. Y encima el programa termina casi en julio y vuelven en septiembre, no les dan tiempo a reposarse.
Y ya no hablemos de cambiarlos de franja horaria. Se los llevaron de una franja de donde lo petaban, a las 0 o la 1, no me acuerdo, a las 4 de la mañana, que ya me dirás quién coño escucha la radio a esas horas.
Supongo que la SER busca mandarlos por uvas porque hacen humor negro y absurdo, se sobran y se meten con todo el mundo, y eso choca con la estupidez y el buenismo que impera ahora mismo donde la gente tiene que disculparse por un puto chiste o un tuit. Estos tíos no tienen filtro y antes que pedir perdón te mandan a que les comas los huevos, y eso se agradece.
El único que no está agobiado es Ignatius porque sigue teniendo tiempo