32 meneos
472 clics
Este envío tiene varios votos negativos. Asegúrate antes de menear
James Rhodes le escribe una carta de amor a España. Los españoles le responden odiándole
Rhodes ha caído, al parecer, en una vieja trampa: el español se une cual piña indestructible cuando un extranjero osa poner en duda sus tradiciones culturales, sus formas de vida, sus equipos de fútbol o, muy especialmente, su gastronomía; pero de forma inversa, se ríe de sí mismo, entabla batallas dialécticas absurdas y se sacude de encima los piropos cuando llegan en forma de elogio exagerado. Es parte del natural espíritu español, el mismo que convierte a sus habitantes en los únicos que se califican sistemáticamente peor de lo que lo hacen.
|
Click para ver los comentarios