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¿Por qué las mesas de tres patas no cojean?
La gran mayoría de mesas y sillas que utilizamos de forma habitual tienen cuatro patas o puntos de apoyo sobre el suelo, y a pesar de tener aparentemente la misma longitud, alguna siempre acaba cojeando. Pero no, no siempre se debe a un defecto de diseño o fabricación. Basta con que el suelo tenga un ligero desnivel para que pierda la estabilidad de sus cuatro puntos de apoyo y empiece a balancearse sin remedio. Llegados a este punto, ¿te has preguntado alguna vez porque los muebles de tres patas no cojean?
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Las sillas de 5 patas son mejores que las normales de 4 (aunque peores que las de 6).
1. La definición de plano: Sabemos que un plano es una superficie bidimensional formada por un número infinito de puntos de coordenadas “X” e “Y” situados a la misma cota o “Z”. Parece ser que los planos verticales y los inclinados no existen, o no son planos.
2. Razón por la que no se hacen más muebles de tres patas: Paradójicamente, los objetos de tres patas transmiten al espectador cierta sensación de inestabilidad. No. Los muebles de tres patas SON más inestables. No tiene nada que ver con la psicología ni con la percepción ni mucho menos es una cuestión cultural ni majaderías similares. Tiene que ver con el momento de vuelco y con los planos verticales cuya existencia el autor parece ignorar. Y es que siempre requerirá menos esfuerzo hacer girar respecto al eje que forman dos apoyos (o sea: volcar) un taburete de tres patas que uno de cuatro (o cinco), ya que cuanto más sobresalga la superficie plana "sujetada" de la figura geométrica que determinan los puntos de apoyo sobre el suelo que la sujetan, mayor momento tendrán los puntos extremos y más fácil será que vuelque. Y como todo el mundo sabe, un triángulo, que determinan los tres apoyos de las tres patas, es el polígono de menor superficie que puede inscribirse en un círculo (porque utilizar tres patas para sostener superficies cuadradas es que está directamente fuera del sentido común de cualquiera precisamente por eso, porque es evidente se va a volcar).
Además, está el hecho de que con tres patas estás usando la cantidad mínima de material, por lo que el resultado será siempre más ligero que con cuatro o más patas. Pesar poco tampoco ayuda a la estabilidad, porque el peso propio del objeto es la única fuerza que contrarresta al momento de vuelco en caso de que te dé por apoyarte en algún punto del borde del taburete o de la mesa que sobresalga unos centímetros del eje que forman dos de los tres apoyos.
¿Lo peor de todo? Que el que lo escribe es arquitecto