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Tengo una duda razonable
De un tiempo a esta parte, noto en el ambiente demasiada crispación. Uno entra a Facebook o Twitter para desconectar o informarse y termina indignado. Uno sale a la calle para despejarse y termina discutiendo sobre los mismos temas. Es imposible no indignarse; las proclamas críticas han invadido las redes y bares en forma de eslogan.
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Siendo justos, la verdad que 140 caracteres no dan para mucho.
Sigo a los de la segunda clase para darles un corte de vez en cuando usando la realidad.
Uno de los que sigo es Alfonso Rojo, pero hoy he visto los últimos tweets sobre Carmena y la otra niña del partido y son tan vomitivos e infantiles que directamente he dejado de seguirlo.
¿Como narices se puede criticar que la alcaldesa haya usado para desplazarse un taxi?
¿Quien narices puede pensar mal de esta señor por eso?
Se me infla la vena del cuello solo de pensar en tanta gilipollez.
Y hace un par de días en Carne Cruda radio invitaron a Monedero, Beiras, Inés Sabanés y Alberto Garzón, y mientras debatían había un hashtag del programa. Mencionando a Beiras y a una cosa que dijo me respondió al twit, y planteando respuestas a cosas en las que estaba en desacuerdo me retwittearon desde el programa un par de veces y eso da pie a que se pueda generar algo de debate. Es muy diferente seguir algo como ese programa con una interactividad así, la sensación de cercanía y hasta de cierta participación.
No estoy todavía convencido del todo, pero al final alguna posibilidad sí que tiene.