Sin duda, tanto a Pablo Casado como a su asesor de referencia Teodoro, les debe parecer un riesgo excesivo la concentración de todo ese poder en manos de Isabel Díaz Ayuso. Conocen muy bien la capacidad política de su compañera y en un ataque de celos irracional, tratan de ponerle todas las trabas que pueden para que no consiga ese objetivo. Como muy bien predijo en su día alguien muy bien preparado en estrategia política, el mayor peligro de cualquier cargo público lo encontrará siempre en el “fuego amigo”
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