BitGrail, la plataforma de intercambio de criptodivisas italiana, anunció esta semana que le habían robado 17 millones de la criptomoneda Nano, o lo equivalente a $170 millones. La empresa consecuentemente anunció que estaba suspendiendo transacciones por el momento, lo cual significa que los clientes no podrán retirar ni ingresar dinero en la plataforma.
|
etiquetas: bitgrail , criptomonedas , nano , hackers
- Nadie controla que cantidad tiene cada quien.
- No hay normativa que regule su creación y determine cantidades máximas.
- Cada uno puede crear, si supiera, su propia criptomoneda.
Personalmente espero que esta moda de la criptomoneda fracase estrepitosamente, y lo siento por si en la sala hay algún minero, pero este invento es una auténtica farsa.
Las criptomonedas han venido a cambiar el mundo financiero actual, pero hay que abrir tu propio wallet siempre.
Es como si dejas tus ahorros de dinero fiat en un locutorio y te extrañas que roben en la tienda o cierren y se piren con tu pasta.
No me quiero imaginar todo lo que se viene con la cantidad de criptomonedas que existen y se crean y sobre las que no existe un control (que en teoría era la parte buena).
Ya están tardando en sacarlo
PD: robos siempre hay y habrá.
La primera barrera que añaden para ese objetivo es mediante corporativismo, los bancos contribuyen todos a un fondo por si quiebra alguno salvarlo entre todos. Y si eso no basta se financia con deuda pública, con regalos del estado a la banca que se financian con los impuestos de todos los ciudadanos.
Eso sí, cuando todo va bien las arcas públicas no reciben ni un euro de los beneficios de la banca. Y ya podemos suponer donde van a parar parte de esos beneficios a cambio de esos favores políticos hechos con dinero público.
Y si la sociedad se da cuenta que el banco tiene más deuda que la que puede pagar se le rescata con dinero de otros bancos y si eso es insuficiente se le rescata con dinero público.
Eso sí, los números aparentarán que no ha pasado nada. Mientras la deuda pública se dispara y te empobrece por la puerta de atrás.
preocupaciones... todas las dan, pero son ligeramente diferentes.