Anarquistas rusos en solidaridad con la revuelta de Kazakhstan

MENSAJE DE LA SECCIÓN RUSA DE LA ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE TRABAJADORES (KRAS-AIT)

Los anarcosindicalistas y anarquistas de Rusia expresan su plena solidaridad con la protesta social de los trabajadores de Kazajistán y les envían sus más cordiales saludos.

La actual explosión de protestas sociales en Kazajstán, una de las más llamativas y brillantes desde el comienzo del nuevo siglo, se ha convertido en la culminación de la ola de huelgas de los trabajadores del petróleo y de otras categorías de trabajadores del país, que no ha cesado desde el pasado verano.

Los trabajadores de Kazajistán se han ido recuperando poco a poco de la terrible masacre de proletarios, organizada en 2011 por el régimen dictatorial de Nazarbayev, y han comenzado a buscar constantemente salarios más altos y la posibilidad de crear sindicatos y otras asociaciones de trabajadores.

La pobreza de la mayoría de la población, la cruel explotación de la mano de obra, el aumento de los precios, la opresión diaria y la falta de derechos hicieron insoportable la situación de los trabajadores y los obligaron a levantarse en protesta. La gota que colmó el vaso fue el despido de decenas de miles de trabajadores del petróleo en diciembre de 2021, la implantación de una dictadura «sanitaria» con el pretexto de «luchar contra la pandemia» y el aumento drástico del precio del gas.

El 3 de enero comenzó una huelga general de trabajadores en la región de Mangistau, que se extendió rápidamente a otras partes del país. En la antigua capital de Kazajistán, Almaty, estallaron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas represivas, con decenas o cientos de muertos y heridos.

Durante las protestas, las personas desfavorecidas, principalmente jóvenes desempleados e inmigrantes internos, cometieron actos de expropiación popular, destruyendo muchos grandes centros comerciales, tiendas y sucursales bancarias. En varios casos, las tropas se negaron a abrir fuego contra los rebeldes.

La protesta en el país es espontánea y descoordinada, por lo que sus participantes han planteado una variedad de consignas y reivindicaciones a menudo contradictorias. Nosotros, como anarquistas, apoyamos sobre todo a los que tienen una orientación social clara e inequívoca y distinguimos claramente la huelga y el levantamiento en Kazajstán de las numerosas protestas electorales y golpes políticos de los últimos años.

Estas reivindicaciones se propagaron durante las concentraciones de protesta y los movimientos sociales: supresión del aumento del precio del gas; aumento del 100% de los salarios; anulación del aumento de la edad de jubilación; medidas para combatir el desempleo; supresión de la vacunación obligatoria contra el COVID-19, de los confinamientos discriminatorios y de las medidas de segregación, etc.

Para frenar la revuelta social y ganar tiempo, el asustado régimen se vio obligado a hacer concesiones: declarar una bajada del precio del gas, congelar los precios de los bienes «socialmente importantes» durante 180 días, destituir al gobierno y destituir al dictador de facto del cargo de jefe del Consejo de Seguridad de Kazajistán, el multimillonario Nazarbayev. Pero nada de esto ayudó. Las compañías petroleras occidentales insistieron en que el presidente Tokayev restableciera el orden capitalista. Los gobernantes del país impusieron el estado de emergencia y el toque de queda, prohibieron las concentraciones y las huelgas, y lanzaron operaciones punitivas contra manifestantes y alborotadores, derramando sangre y deteniendo a miles de personas.

A petición del régimen kazajo, han llegado al país tropas de varios países del bloque político-militar liderado por la Federación Rusa para reprimir las protestas sociales. Estas tropas están llamadas a cumplir el papel de gendarme del capital mundial y a pisotear las llamas de la rebelión social para impedir que su ejemplo, sus consignas y sus reivindicaciones se extiendan a otros países, que se propaguen las huelgas obreras y las manifestaciones de masas contra la dictadura «sanitaria» generalizada y sus asideros.

Nosotros, anarcosindicalistas y anarquistas rusos, condenamos enérgicamente todas las represiones de las protestas sociales de los trabajadores de Kazajstán y la vergonzosa intervención extranjera contrarrevolucionaria dirigida por el Kremlin.

Condenamos todos los intentos de los políticos de todas las partes de utilizar la protesta social de los trabajadores kazajos para elevarse a la cima del poder y monopolizar la propiedad a su favor.

Nos situamos firmemente, con decisión y sin ninguna duda, del lado de la actual revuelta social en Kazajstán y llamamos a los trabajadores de Rusia y del mundo a mostrar una solidaridad concreta con ella.

¡ATENDER LAS DEMANDAS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DE KAZAJISTÁN!

¡BASTA DE REPRIMIR LAS MANIFESTACIONES EN KAZAJISTÁN Y LA REPRESIÓN CONTRA SUS PARTICIPANTES!

¡LIBERTAD PARA TODOS LOS MANIFESTANTES DETENIDOS!

NO A LA INTERVENCIÓN MILITAR EXTRANJERA

¡VERGÜENZA PARA LOS APROVECHADOS!

Iniciativa anarquista StopTotalControl

Traducido por Jorge Joya

Original: monde-libertaire.net/?article=Les_anarchistes_russes_solidaires_de_la_