Hoy he salido a pasear por el campo como hago todos los días para estirarme un poco y calentar un poco la sangre al sol cuando, justo cuando iba a cruzar un camino, un gilipollas en bicicleta casi me pasa por encima, el muy animal. Menos mal que tengo reflejos de reptil y he podido evitarlo a tiempo, pero el tio iba a toda velocidad por el camino, como si nadie más fuera a circular por ahi.
Lo único que me consuela es que, cuando me ha visto, ha puesto más cara de susto que yo, que era quien estaba en peligro de muerte, y ha metido tal frenazo que se ha dejado media rueda, aparte de que con la maniobra evasiva casi se cae bancal abajo, supongo que no está muy acostumbrado a cruzarse con 3 metros de escamas verde oscuro como las mias. Una pena que no se haya despeñado, se lo hubiera merecido por gilipollas.