Voy a contar una historia real que sucedió en mi instituto.
Había una pandilla bastante maja de chavales, sanotes, inteligentes y buenos estudiantes todos ellos. Buena gente, en general.
Un curso (2º de BUP) llegó un chavalito nuevo procedente de Castilleja. Parecía poca cosa el notas, estaba hecho un tirillas y más seco que un palillo de los dientes. Pero parecía buena gente, y gustaba de iniciar conversación con bastante frecuencia, aportando de vez en cuando ideas interesantes que entraban en conflicto bastante frontal con las de la pandilla.
Por alguna razón que no consigo recordar, a la gente de la pandilla pareció no hacerle mucha gracia que el nuevo cuestionase sus dogmas, y le hacían el vacío de forma constante. El Castillejano, lejos de amilanarse se venía arriba, y el tío insistía, e insistía, e insistía, e insistía... con lo cual llegaba el momento que su discurso se tornaba cansined pura. Y cuanto más insistía el pobre chico, más vacío le hacían los de la pandilla que empezaban a estar de él hasta la coronilla.
El chaval, que era listo como él solo y sacaba unas notazas del copón no se daba cuenta de que lo mismo tenía que cambiar la forma en que exponía..
@dirk_pitt ... su punto de vista, e insistía una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, y los de la pandilla pensaban que el tío aquel lo que hacía lo hacía por maldad, para fastidiarles y para llevarles la contraria. Pero el tío de Castilleja tan solo exponía sus ideas de forma franca y sincera, y él no pretendía molestar a (casi) nadie, pero sin quererlo lo conseguía.
Moraleja;
No os #engresquéis, hombre, y lleváos bien y que haya buen rollo. Si el chaval de Castilleja lo hubiera hecho así, hubiera podido entrar en la pandilla y podría haber influído con sus ideas mucho más en ellos desde dentro. Si los de la pandilla le hubieran abierto un poco más los brazos y le hubieran allanado un poco el camino para su integración, el chaval podría haberse relajado y haber adoptado una postura un poco más serena para debatir.
@Merogos_el_gris Diciendo, como si él fuera un caso aparte, que a "la gente" le molesta que le cuestionen cuando él me tiene en ignore por cuestionarle y debatirle.
Había una pandilla bastante maja de chavales, sanotes, inteligentes y buenos estudiantes todos ellos. Buena gente, en general.
Un curso (2º de BUP) llegó un chavalito nuevo procedente de Castilleja. Parecía poca cosa el notas, estaba hecho un tirillas y más seco que un palillo de los dientes. Pero parecía buena gente, y gustaba de iniciar conversación con bastante frecuencia, aportando de vez en cuando ideas interesantes que entraban en conflicto bastante frontal con las de la pandilla.
Por alguna razón que no consigo recordar, a la gente de la pandilla pareció no hacerle mucha gracia que el nuevo cuestionase sus dogmas, y le hacían el vacío de forma constante. El Castillejano, lejos de amilanarse se venía arriba, y el tío insistía, e insistía, e insistía, e insistía... con lo cual llegaba el momento que su discurso se tornaba cansined pura. Y cuanto más insistía el pobre chico, más vacío le hacían los de la pandilla que empezaban a estar de él hasta la coronilla.
El chaval, que era listo como él solo y sacaba unas notazas del copón no se daba cuenta de que lo mismo tenía que cambiar la forma en que exponía..