edición general
  1. @natrix Yo casi siempre doy. Si el servicio ha sido lo que considero normal, doy unos cincuenta céntimos. Si veo que el camarero ha sido simpático, se lo ha currado o similar, ya suelo dar euro y medio o dos. El servicio ya ha tenido que ser malo, o el camarero borde, para que yo no deje propina. Taxis no suelo tomar (mi poder adquisitivo se ha visto tan reducido, que puede que pronto no tenga ni para el tren y me vea bajando a Madrid en patinete), pero cuando lo hacía, sí solía dar. Allí usaba el redondeo para arriba: si la carrera era de doce euros, le daba un billete de veinte y le decía que cobrase hasta los quince.

menéame