@delcarglo
Como tenemos algo de tiempo, te contaré el contexto de la situación.
Soy un maestro del masaje en los pies. He perfeccionado tanto mi técnica que prácticamente no hago cosquillas. Estaba inmerso en ese juego en el que estás haciendo un, supuestamente inocente, masaje en los pies, en el que ambos participantes, yo y mi chica, sabemos cómo acabará, pero lo más cojonudo del juego, es que ninguno de los dos, conociéndolo, habla de ello. En medio de esta traviesa danza de miradas y cuidadosas caricias, nos sorprenden los aplausos del vecino del 4º, lo que rompe momentáneamente la magia. Logro reconducir el momento durante un instante, pero volvemos a sentir el mazazo del homenaje altruista por parte del vecino del 3º con el odioso "Resistiré". Se rompe el hechizo y mi chica retira sus pies.
Esos negros volaron 3 y 4 pisos