@paumal@Plantegra Es cuestión de dar con el dios adecuado.
El mío es un perro con cuernos, cabeza de pingüino y cuerpo de pingüino que emite el graznido que haría un jabalí que emitiera los sonidos de un pingüino.
Evidentemente los cuernos son divinos y por tanto invisibles e indetectables al tacto.
Todo va bien mientras no me meta en la vida del prójimo y odie a los kazajos, no me preguntes por qué pero Eusebio (mi dios) los odia fervientemente, los caminos de Eusebio son levemente racistas pero inescrutables. @Cesc_@Ajusticiator@Adson@ElPerroSeLlamabaMisTetas