edición general
  1. Buenos días.

    Estoy contento porque me encanta meterme en proyectos super apasionantes que no sólo no generan dinero; además me suponen un coste (económico) que no retornará.

    He llegado a la conclusión de que hace 20 años yo era millonario. Es la única explicación que encuentro a seguir a día de hoy metiéndome en más proyectos apasionantes que son una puñetera ruina. Ojalá hubiera sabido hace 20 años que era millonario. Así hubiera podido dejar de trabajar para meterme en proyectos apasionantes aunque no generasen retorno (monetario).

menéame