Hace veinte años, cuando quedábamos cinco o seis colegas, nos valía un banco del parque, porros y unas litronas.
Hace diez años éramos los mismos colegas, con sus respectivas parejas. Pillar sitio para diez o doce personas era más complicado, pero siempre había una pizzería o una hamburguesería a la que ir.
Ahora estamos viendo de vernos el domingo. Once adultos. Ocho niños. Tres tonas. Cuatro carros. Tres tipos de menus.
Nos van a mandar a la mierda, y con razón.
@paumal pues yo desde que descubrí un restaurante que tienen monitores con actividades para los niños, me junto más que cuando nos juntábamos en los futbolines a partirles las piernas a los muñequitos
@paumal
Lo mismo con mis amigos. Más difícil juntarse y menos sitios aptos, sobre todo en pueblos pequeños. Por suerte, un restaurante con mucho espacio aprovechable ha visto que había más negocio que solo abrir para grandes comidas y bodas y bautizos, y ha ido ganándose a todo tipo de público poniendo espacios de distinto estilo: parquecillo para críos, terrazas, cafeteria de raciones, restaurante, salón de bodas y bautizos, e incluso carpa con DJ en invierno y zona chill out en verano. Así las familias pueden copear de tranquis tras la comida, y cuando se van, los solterones rematamos la noche. Alguna vez he estado de 14 a 2 Y aparte, tela la de gente a la que da trabajo.
Hace diez años éramos los mismos colegas, con sus respectivas parejas. Pillar sitio para diez o doce personas era más complicado, pero siempre había una pizzería o una hamburguesería a la que ir.
Ahora estamos viendo de vernos el domingo. Once adultos. Ocho niños. Tres tonas. Cuatro carros. Tres tipos de menus.
Nos van a mandar a la mierda, y con razón.