Hayao Miyazaki tardó casi cinco décadas en descubrirlo. 'El viaje de Chihiro' (2001), su gran tratado sobre esos pasadizos secretos que conectan el vapor con el misterio, sitúa el centro gravitacional de su pueblo-dentro-del-pueblo en una sauna, donde el volátil espíritu conocido como Sin-Cara da rienda suelta a sus peores y más destructivos impulsos, sólo para ser tranquilizado más tarde por la protagonista
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Por cambiar de tema, es como cuando ves los medallistas en los juegos olímpicos, en muchos casos alguien que gana una medalla de bronce hoy habría batido un récord mundial (o al menos conseguido un oro) en competiciones anteriores.
Sobre estás películas, al verlas reconozco que tienen mérito, pero personalmente no les doy ningún valor especial. Personalmente, diría que las vi fuera de temporada cuando esos méritos ya los habían ganado otras películas.
Por simplificar, es como si alguien me dice que si no me gusta la tortilla con cebolla es porque no me esforzado en que me guste.
Perdón por el tocho.
Sus películas derrochan imaginación y sentimiento, mundos de fantasía. El castillo ambulante, mi vecino Totoro, Nicky. Me encantó equivocarme en eso, cuando descubrí mi equivocación, vaya si he disfrutado sus películas. Sólo lamento que ya nunca podré ver otra vez el viaje de Chihiro por primera vez.
Y tampoco digo que te tenga que gustar sí o sí. Ahora que entiendes lo que significan esas cosas, tu opinión puede seguir siendo que no disfrutas de la película. Por ejemplo, yo entiendo perfectamente la película Shame y me parece un truño tan grande como la catedral de Santiago.
Con el ejemplo de la tortilla, puedes entender por qué le echamos cebolla y aún así seguir sin gustarte. Lo mismo que dije en el otro comentario, entiendo la película Shame pero considero que es horrible.