En las comunidades autónomas donde está financiada no hay demasiados problemas de accesibilidad porque se dispensa gratis en las urgencias de los hospitales y en los centros de atención primaria, pero en las que no, hay chicas que tienen que acudir a dos o tres centros hasta conseguir que se les facilite una receta. En la Comunidad de Madrid, sólo se receta en los 14 centros de salud, en un fin de semana pueden venir 70 personas en seis horas, se forman colas y lo peor es que la gente viene rebotada de otros centros y con muchos nervios.
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