En un rio de Pennsylvania se localiza lo que parece el cuerpo de un ahogado flotando en el rio y se avisa a las autoridades. Éstas acordonan la zona y comienzan el despliegue habitual en estos casos, preparándose el forense y los de la policía científica para averiguar lo sucedido. Una libélula revolotea por la escena y acaba posándose en la nariz del ahogado que, de repente, se incorpora mirando a su alrededor. Hacía calor y el hombre se había puesto a hacer la siesta en el rio donde no cubría, sin enterarse del despliegue policial.
|
etiquetas: siesta , forense , pennsylvania