Magaluf. Jack, un joven británico de 23 años, ha relatado en un programa de la BBC cómo estuvo a punto de morir al caer de un segundo piso y cómo se enfrentó al calvario de la recuperación "Después de salir por Punta Ballena, volví al hotel con mi amigo Mike. Me dejó en la habitación. Por lo que puedo recordar, salí fuera a fumar. Mientras estaba fumando, empecé a vomitar. Y, mientras vomitaba, me caí del segundo piso.
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A éstos, barrotes de suelo a techo
Así cuando esos cerdos hijos de puta vomiten por el balcón y luego se caigan podrán no solo sobrevivir sino garrapiñarse con sus propios fluidos estomacales y los de sus amigos.
Por otra parte, el tipo de la foto parece listo como un perrillo chico.
De otra noticia, de unos meses:
"Por otro lado, hay que destacar que los 110 centímetros de altura de la barandilla que señala la joven Smith como inseguros en la normativa española son los mismos que se exigen en el Reino Unido. Tanto en edificios públicos como en viviendas unifamiliares y plurifamiliares, confirma un arquitecto mallorquín que ha residido varios años en aquel país. Las dos normativas emanan de la homologación en edificación a nivel europeo."
Así que salvo que el hotel no cumpliera las normas (que entonces tendría razón), mínimo tendría 110cm, y el menda este dice que le llegaba por la cadera.....
edit: me gusta la propuesta de #5
Ver al guiri vomitando mientras baja, luego sube, luego se vuelve a vomitar encima, luego encima de su colega, y al final es la cosa del pantano.
Además solo tiene que venir la de la limpieza y tirarles un saco de serrín encima para que se conviertan en hombres croqueta.
Eso compensa de lejos limpiar sesos rodeados de vomito en un solo punto.
Es más, en el caso, harto improbable, de que, por ejemplo, un ciudadano alemán se anime a probar el alcohol mostrará una notable preferencia por las posiciones horizontales y los lugares de poca altura.
Y encima le legitiman el discurso por todos lados, habrá quedado como un superviviente del holocausto en ese documental. Y espérate que ahora no empiecen los hoteles a subir el nivel de las barandillas para no perder esa puta mierda de turismo que se agolpa en Punta Ballena.