Es el resultado de la investigación sobre este incidente del 25 de julio que ya salió a portada. Una botella de oxígeno de las que alimenta las mascarillas perdió la válvula y saltó de su soporte como un misil sin control. Subió a la cabina de pasajeros reventando el suelo (por suerte donde no había ningún asiento), rompió el fuselaje y el cableado, abrió una puerta, chocó con los compartimentos superiores, y acabó por caer al exterior. De la botella solo queda la válvula. Traducción completa en comentario 1.
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