Brevísima historia de la CNT en 850 palabras

Por Agustín Guillamón

La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) se fundó en Barcelona en 1910. Era heredera de las tradiciones asociacionistas de los trabajadores que en el último tercio del siglo 19 fundaron la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) desde núcleos apolíticos y antiautoritarios de carácter gremial.

El 1917 CNT (anarcosindicalista) y UGT (socialista) convocaron una huelga general en contra del encaramiento de las subsistencias, provocada por la compra masiva de víveres por parte de los países que intervienen en la Gran Guerra.

El fortalecimiento significativo de la CNT se produjo a partir del Congreso de Sants de 1918, cuando se aprobó la organización en sindicatos únicos y la táctica de la acción directa.

En 1919 se produjo la huelga de "La Canadiense" (compañía de la luz) donde la CNT consiguió la implantación de la jornada de 8 horas. Para contrarrestar la fuerza adquirida por los sindicatos únicos, Estado y patronal financiaron los asesinos mercenarios del Sindicato Libre, de origen católico y carlista. Estos asesinos del Libre mataban a cenetistas por las calles de Barcelona y tenían la complicidad de la policía y el ejército. El Comité Regional de Cataluña dio órdenes a sus militantes de que fueran armados para rechazar estos ataques. Se produjeron atentados obreros contra algunos patrones y policías. La patronal aplicó el lock-out (cierre de empresas) y la ley de fugas (asesinato de presos por la Guardia civil en los traslados o en el momento de su liberación).

Los años del pistolerismo (1917-1923) lograron debilitar a la CNT. En septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado para tapar las responsabilidades del rey Alfonso XIII al desastre de Annual (1921) y poner fin al fenómeno del pistolerismo. La CNT pasó a la clandestinidad y su actividad estuvo marcada por su participación en varias conspiraciones dirigidas a acabar con el régimen dictatorial.

Con la llegada de la Segunda República (abril de 1931), el número de afiliados a la CNT llegó en pocos meses hasta 1.200.000 trabajadores. La CNT creó dos nuevas herramientas fundamentales: los sindicatos de barrio y los comités de defensa.

La Iglesia y las derechas negaron a la República cualquier reforma, tan necesarias y urgentes como estaban en el campo, las órdenes monásticas, el ejército, la normativa laboral, el desarrollo industrial, la sanidad o la educación.

Además de fortísimas huelgas en la Madera, el Transporte y la Construcción o de las luchas generalizadas para conseguir las mejoras laborales más elementales a todos los sectores laborales, la CNT participó en varias insurrecciones revolucionarias. Sólo en Barcelona y Cataluña cabe mencionar las insurrecciones de enero de 1932, de enero de 1933 y de diciembre de 1933.

La represión fue tan fuerte, con ejemplos tan conocidos como el de Casas Viejas, en la provincia de Cádiz, que la CNT preconizó la abstención en las elecciones de noviembre de 1933. En Asturias, los cenetistas firmaron el pacto de alianza Obrera con la UGT y protagonizaron la Revolución de octubre (1934). Como consecuencia de las duras represalias que el gobierno de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) puso en práctica en 1935 contra los obreros sublevados, se formó la coalición del Frente Popular y la CNT no aconsejó, en esta ocasión ( febrero de 1936), la abstención de sus afiliados, favoreciendo con ello el triunfo electoral de la izquierda.

Al comenzar la Guerra Civil en julio de 1936, la CNT, en contra de sus ideas apolíticas y antiestatal, que siempre ha mantenido teóricamente, entró en el Gobierno central republicano y al de la Generalitat. Los milicianos cenetistas vencieron a los militares sublevados en Cataluña y en Aragón. En las zonas que controlaron, pusieron en marcha una de las revoluciones sociales más profundas de la historia. Pusieron en pie las colectivizaciones en la industria y en el campo, demostrando la capacidad de los obreros en la gestión socializada de la economía y la sociedad.

La derrota republicana ante el fascismo en 1939 significó la muerte, la cárcel o el exilio para la mayoría de los militantes cenetistas. Sin embargo la CNT continuó la lucha contra la dictadura del generalísimo Francisco Franco, desde los sindicatos y desde la guerrilla, con enormes pérdidas en vidas y en años de cárcel. En Barcelona, ​​por ejemplo, se fusiló frecuentemente en el Camp de la Bota desde febrero de 1939 hasta la celebración del Congreso Eucarístico de 1952.

Tras la muerte de Franco (1975), en los años de la Transición, resurgió la CNT como central sindical. Legalizada, con el resto de los sindicatos, en 1977, postuló de nuevo su ideario anarcosindicalista, manifestando su clara oposición revolucionaria al orden burgués establecido y sus diferencias abismales con los sindicatos mayoritarios UGT y Comisiones Obreras, de carácter integrador al sistema capitalista, como demostraron con la firma del Pactos de la Moncloa.

En la actualidad, a pesar de no tener la fuerza que tuvieron en otros tiempos, los anarcosindicalistas, organizados fundamentalmente a CNT, CGT y Solidaridad Obrera, mantienen su presencia en diversos sectores y conflictos sindicales.

Traducido por Jorge Joya.

Original: serhistorico.net/2021/06/27/brevissima-historia-de-la-cnt-en-850-parau