El mercado laboral está sufriendo un profundísimo cambio al mismo ritmo al que está cambiando la economía; se superponen distintos fenómenos, entre los que nos encontramos con el "gran abandono", la gran resignación, o fenómeno por el que la gente está dejando sus trabajos para empezar una nueva vida menos estresada y sin jefes,
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etiquetas: trabajo , abandono , resignación , renuncia , evolución
En cuanto al precio de las casas, entre otras causas (como la acumulación de altos sueldos en ciudades concretas en los países que comentas) está inflado por la regulación que impide construir, aumentando artificialmente el precio del suelo.
Aún recuerdo la repercusión que tuvo "Dios vuelve en una Harley" (1985) pero los felices años 90s lo dejó en retroceso
Menos mal que mr @_onaj ha venido a decirnos que, una vez más, la realidad es: o blanco o negro.
Menuda gilipollez
PD: Vaya, otro de esos a los que no les da para más el cerebro y son incapaces de llevar a cabo el más mínimo intento de autocrítica y prefieren tirar de ignore por doquier a todo el que les lleve la contraria.
Las cajas previsionales son agentes superavitarios en general los primeros 50 años. Y esa es la madre del borrego.
Negar que los gobiernos de cualquier ideología siempre y por algún motivo intervienen esa masa de dinero existente dentro de la caja, cualquiera sea su forma, para gastarla en fines legitimos o no es no saber.
Cuando usted asume el “discurso demográfico” como causa primaria de la debacle de los sistemas mal llamados coloquialmente “de reparto” y al mismo tiempo preguntarse que significa acortamiento del periodo de actividad indica que no sabe de qué se está hablando porque es justamente uno de los tres problemas que pone en jaque al sistema previsional tradicional.
Va a encontrar información técnica al respecto, extensísima, acotando .PDF y agregando "previsional"
Sobre el contrato social. No hay mucho que decir. Lea a Rouseau. Ó algún manual de instrucción cívica.
La gente no quiere trabajar porque hemos construido una sociedad en la que, en el fondo, el que no quiera trabajar no va a pasar hambre. No va a vivir en el lujo, ni mucho menos, pero hambre no va a pasar. Y al final, cada uno elige. La gente es cada vez más consciente de que, trabaje o no, no va a vivir lujosamente. La escalera social es tan pronunciada, que resulta descorazonadora. Es tan difícil llegar a “vivir bien” y supone tantísimo esfuerzo, suerte y/o enchufismo que… la gente no quiere ni intentarlo. No merece la pena.
Hoy, la sociedad se conforma con sobrevivir. Ir con lo justo. Meterle un viajecito a la tarjeta de crédito (que es un problema del “yo del mañana”) y darse algún capricho. Y poco, poco más.
Es una pena porque carecemos de ambición. Pero esto se debe a que hemos construido una sociedad donde las probabilidades de fracasar son tan elevadas que, simplemente, no merece la pena. En España, a día de hoy, ser autónomo o montar tu propia empresa es literalmente imposible. El sueño español es ser funcionario para ir siempre al mínimo esfuerzo posible.
¿A dónde nos llevará esta filosofía? Lo sabremos en unos años.
No le des vueltas, la felicidad te la da las personas que te rodean, búscate personas interesantes antes que sueldos interesantes.
Piensa en los momentos en que has sido feliz y verás que no dependía de en lo que trabajases en ese momento.
Un sistema de reparto, como su propio nombre indica, reparte lo que se recauda, no existe tal cosa como una caja. Si hay excedente se "invierte" habitualmente en deuda pública. Lo pongo entre comillas porque no se trata sino de un trile político en el que el dinero simplemente cambia de una mano del gobernante a la otra.
Necesito que me expliques eso del "acortamiento del periodo de actividad".
En cuanto a que firmas el contrato cada vez que pagas impuestos.
Pues no.
La cualidad básica que subyace en un contrato es que ambas partes lo firman libremente y que contiene una cláusulas que obligan a ambas partes a cumplir dicho contrato.
Ninguna de ellas se da en el hecho de pagar impuestos.