El gobierno mexicano sigue utilizando a los videojuegos como un chivo expiatorio. En esta ocasión no fue Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, quien arremetió contra esta industria. Más bien fue el turno de Marcelo Ebrad, secretario de Relaciones Exteriores, de dar la nota.
|
etiquetas: méxico , marcelo ebrad
Lo de asi somos es por los jugadores, que son/somos tan idiotas de valorar un juego por las marcas que salgan en el.