Cualquiera que se hubiera asomado al sector agrícola y ganadero se habría dado cuenta de los problemas que lo aquejan, así como del escaso interés que suscita para la política un ámbito que antaño era considerado estratégico. El sector está sufriendo varias presiones. Una, muy grave, es producto de una transformación de mercado (...). La segunda dificultad es afrontar la competencia de productos de otros territorios. Por otra parte, se les exige que suban razonablemente el SMI pero no se les escucha cuando demandan otras condiciones de mercado.
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"Este cúmulo de tensiones tiene una expresión política evidente, y ha producido un descontento del que las manifestaciones de estos días no son más que la primera muestra. Es llamativo porque, en este escenario, las opciones de izquierda tendrían las de ganar, y ocurre más bien al contrario: una izquierda que tuviera claro que este declive es fruto de las condiciones de un mercado injusto podría situar de su lado a esas clases que suelen denominarse 'perdedoras de la globalización'. No es así, y por diversos motivos."
Al campo lo tiene abandonado todo Dios. Supongo que cuanto más se vacía menos interesa a los estudios de target políticos.
La España plana, de campos amplios y de fácil recolección, adolece otros males, pero el futuro del campo es el mismo. Campo vacío, pueblos vacíos. Europa compra fuera. Tenemos un triste futuro con estos gobernantes que no entienden que el campo es necesario.
"Las opciones de la derecha tampoco son buenas. Es cierto que se trata de sectores sociológicamente suyos y con los que cuentan con afinidades culturales, reforzadas por asuntos como la caza, pero también lo es que los partidos conservadores han defraudado sistemáticamente a estas poblaciones cuando han gobernado. Entre otras cosas, porque esos cambios en el funcionamiento en el mercado que tanto perjudican a agricultores, ganaderos y pequeñas empresas rurales han sido prioritariamente impulsados por la derecha."
www.casadellibro.com/libro-los-limites-del-deseo-instrucciones-de-uso-
La segunda dificultad tiene que ver con la posición que ocupan. Los estándares de calidad, incluidos los medioambientales, que los agricultores y ganaderos españoles deben cumplir, son lógicamente elevados, pero al mismo tiempo deben afrontar la competencia de productos de otros territorios que se alejan mucho de esos estándares o que pueden competir gracias al 'dumping' social.
En definitiva lo que está ocurriendo en casi la totalidad de sectores de la economía, y la respuesta habitual. A todos les gusta mucho la globalización, las "liberalizaciones", los tratados de "libre comercio".... hasta que les toca sufrirlo en sus porpias carnes
Bendita ingenuidad...
La manera más segura de hacerlo no es dando ayudas a la gente sino directamente que lo básico no cueste dinero.
En mi pueblo, si bien no ha habido abandono de viviendas respecto a hace 20 años (hasta se construyeron 2 casitas más), de las 15 explotaciones ganaderas que había hace 20 años sólo queda la de mis padres, con una vaquita porque a mi madre le obligan a tener una cabeza de ganado si quiere seguir cotizando, dado que está pendiente de que le reconozcan la incapacidad permanente y no puede ocuparse de más.