En el próximo atolladero de tu vida, cuando tengas que elegir entre dos senderos que se bifurcan, te acordarás de que, a veces, el contenido de lo que llamas intuición depende de tus horas de sueño, de si has comido o no o qué sabor has degustado. Interrogar a tus primeros impulsos es una forma de encaminarse a la mejor opción.
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etiquetas: decisiones , racionalidad
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Y después tartamudeas, te pones colorado... y cosas peores.
Y acaban por no contratarte.
Pueden pasar dos cosas:
1. Que le hagas gracia. Tienes ganado un primer paso.
2. Que se ofenda. Ignorala: no te conviene alguien que se ofende por semejante idiotez.
A más, a las mujeres, sobre todo a las jóvenes, les gustan los malotes; igual te identifican con uno de ellos. Tienes ganado una maratón de pasos.
Edito. Por supuesto esto está basado en mi experiencia personal. Así que no tiene ningún valor probatorio
¿Aún con estos tópicos?
Por cierto, y como señalo en mi edición, forma parte de mi experiencia personal que puede diverger mucho de la suya.
Eso es una generalización. No tiene nada que ver con aconsejar.