Una patrulla de la Policía Local de Sant Llorenç se llevó una «sorpresa» cuando, la madrugada del jueves, pararon al conductor de un turismo. El hombre estaba solo en el vehículo, no llevaba pantalones ni zapatos, y presentaba un estado de «total y absoluta intoxicación etílica». Tal era la «castaña» que llevaba encima, que hay quién dice que, dentro de lo serio del asunto y del peligro que supone conducir en ese estado, su detención y manifestaciones posteriores fueron ocurrentes y hasta graciosas.
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