El descenso de la licitación de Obra Pública, de más del 30% en el ministerio de Fomento y de mayor cuantía en ayuntamientos y otros contratistas públicos, ha originado una guerra de precios brutal entre las constructoras para conseguir la adjudicación de obras que les permitan mantener su actividad. Esta situación les ha llevado a realizar una reducción temeraria de sus ofertas, que en algún caso han obligado a dejar en suspenso la adjudicación a la espera de que el contratista reciba explicaciones convincentes sobre el precio.
|
etiquetas: constructoras , precios , adjudicación , obra pública , licitacion
Eso sí, como bien dice #2, esos fallos seguro que aparecen...
El problema es que se están aceptando bajas demasiado elevadas y probablemente con ese dinero ahorrado no se hagan otras obras...no sé si me entendéis...
El problema es que los ofertantes (porque esto no solo está pasando con las constructoras) están tirando los precios y la baja media está aumentando considerablemente, con lo que muchas veces hay bajas del 40% (que es una barbaridad) que no entran en baja temeraria.
#2 Es peor. Los materiales están ya tan homologados en obra civil que el ahorro es complicado que venga de ahí, así que tienen que ahorrar en tiempos de ejecución. Y esto provoca no solo peor calidad del producto final, sino que también da lugar a mayor riesgo de accidentes.
No quepo en mí del asombro.
Es una manera arriesgada de trabajar, pero para muchos es mejor eso que no trabajar, y los ayuntamientos no están para contemplar si alguien ha bajado más de lo normal, les seduce demasiado aunque luego les dé problemas.