La expresidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha dicho hoy que "uno de los regalos" que heredó de sus predecesores socialistas José María Barreda y José Bono fue el cementerio de neumáticos incendiado de Seseña (Toledo) y ha añadido: "Algunos estarían mejor callados". Así lo ha indicado a preguntas de los periodistas, antes de participar en la romería de La Milagra, en Navahermosa (Toledo), sobre las afirmaciones que Barreda hizo ayer asegurando que durante su mandato prohibieron y clausuraron el almacén "ilegal"
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