Antonio Herrero, con más de 3.000 mujeres bajo su control, uno de sus clubes facturaba 560 millones al año. Hoy está acosado por las deudas. El Club Riviera –más de 300 chicas, 50 millones de euros de facturación–, sigue precintado desde marzo de 2009, y se ha visto obligado a asumir pérdidas de veinte millones de euros en dos de sus empresas ajenas a los ‘puticlubes’, la de hormigones Tecnibeton y la de seguridad Abymatic.
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