En 1932, cuatro tipos curiosos realizaron una de las mayores hazañas automovilísticas españolas. Tras cruzar 21 países y manejar 30 monedas diferentes; tras recorrer China, pero también el Principado de Mónaco; tras 32.000 kilómetros en su Ford y 20.000 millas más en barco, a Federico Santander, el Phileas Fogg español, le cabía el globo en sus bombachos de lord aventurero: "Dirán lo que quieran los mapas, pero el mundo es muy pequeño. Un pañuelo, sí, pero un pañuelo que puede meterse en un bolsillo".
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